¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Los cuadros escoceses, un año más, inundan la calle y nuestro armario. Una de las razones por las que me he puesto este estampado es porque se ha convertido en un básico, a la altura de las rayas marineras o el animal print. Solo basta una prenda de este estampado para transmitir fuerza y personalidad.

Este tejido está asociado a la Escocia del siglo XVI. Este estampado era la insignia de cada casa de la alta sociedad. De esta manera llegó a las famosas faldas escocesas para hombre. Cuando se posicionó como estampado señorial, cualquier estamento que quisiera transmitir elitismo y distinción, elegía el tartán como estampado de sus uniformes. En los 70 las faldas de cuadros estaban en todos los armarios del mundo, pero siempre, enfocadas a la estética preppy.

Con tan solo líneas horizontales y verticales crean cuadros perfectos en prendas y accesorios. La fuerza y el color de los cuadros escoceses se complementan con básicos atemporales como vestidos de algodón o blusas monocromáticas.

Este vestido tartán que me recuerda a mi infancia cambia radicalmente cuando le añades unas botas al más puro estilo ‘western’. Dejamos a un lado el estilo sofisticado de los looks anteriores para dejar paso a uno más desenfadado y atrevido.

¡Gracias por vuestra visita!

Parka: Zalando (similar) ; Vestido: Sfera  ; Botas: Calitas World (old) ; Bolso: Louis Vuitton ; Gafas: Just Cavalli