¡Hola a todas amores!

¿Qué tal lleváis la semana? Espero que bien, ya estamos a jueves y queda poquito para que la semana termine y disfrutemos de un magnifico fin de semana, algo frio, pero nada que no se resuelva con unas cuantas capas.

Hoy os traigo un look basado en el color camel. Han sido varias las ocasiones en las que he oído en tiendas o por la calle que el color camel o el beige es aburrido es por ello que vengo a dar otro punto de vista diferente.

Y es que esta tonalidad “clásica” se a convertido en todo un furor tanto en las redes como en nuestros looks. Dejando de lado ese concepto obsoleto de esta tonalidad.

Bien es cierto que puede ser algo lineal, pero todo depende de como lo combinemos para darle una cara B a nuestro outfit.

¿Cómo lo podemos hacer? Os digo dos de las opciones que he elegido yo en este look.

La primera es añadir un zapato que entre en contraste directo con la formalidad que aparenta el camel, en esta ocasión unos botines blancos de avenue.

En segundo lugar, una doble superposición de cinturones, uno de ellos a juego con los botines y el otro en color naranja que le da esa viveza que a veces sentimos que perdemos. Así de sencillo sería, giros inesperados a nuestro outfit que nos hacen añadir pureza a este.

El vestido va acompañado de un guardapolvo con terminación en flecos, combinarlos al unísono siguiendo la misma tendencia tonal es todo un acierto.

¿Y a vosotras que os parece? ¿Seguís pensando que el camel es aburrido?

¡Un besazo enorme amores y feliz semana!