¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Hoy os enseño un look con uno de los prints más clásicos y alegres a partes iguales. Ninguna temporada se libra del estampado de flores, ya sea en un vestido o en una camisa. La moda y el estampado floral mantienen una larga y sólida relación, y los vestidos juegan un papel decisivo. Lo más recurrente es encontrarnos este estampado en primavera/verano. Ya lo dijo Miranda Prisley en El Diablo se viste de Prada: “¿Flores en primavera? ¡Qué original! Con su afilada ironía nos demostró que este estampado puede tener cabida durante todo el año.

Las prendas de estampado floral se elevan a medida que se acerca abril y, a partir de ahí, se multiplican por doquier hasta finales de agosto cuando nuestro armario pisa el freno y suplica volver a colores neutros.

Lo cierto es que las flores gracias a sus colores y texturas aportan sofisticación, feminidad y glamour. Los vestidos florales se pueden encontrar en infinidad de siluetas, largos y anchos diferentes, tejidos (algodón, lino, seda) y colores. No hay modelos idénticos, por eso su poder en las tendencias anuales está tan marcado.

El vestido con este print que he escogido está adaptado a una tonalidad –azul marino, negro y colores tierra– más oscura propia del otoño. Si quieres ponerte este estampado te recomiendo que hagas como yo y apuestes por tonalidades más frías y apagadas que, aún así, no serán nada aburridas. He sumado unas botas altas para adaptarme, aún más, a esta estación.

¡Gracias por vuestra visita!

 

 

 

 

 

Càrdigan: Afel ; Vestido: Afel ; Botas; Zara (old)