¡Hola, hola, hola!

Amores míos, lunes superado ya el martes va sobre ruedas.

Ya sé lo que estaréis pensando, Helena, pero ¿cómo vas de blanco? ¿sabes en que estación nos encontramos?

Que no cunda el pánico por ahora suelo llevarme bien con el calendario y estoy al día de que nos encontramos en enero, pero es hora de dejar marchar ciertos tabúes que al fin y al cabo son solo eso, tabús.

Estamos tan acostumbradas a vestir solo de blanco en verano que en cuanto esta formula se aplica al invierno empiezan a saltar todas las alarmas, pero no por estar en estas fechas tenemos que teñir el vestidor de colores oscuros.

Hay una reflexión de Jaenette Madsen que me encanta: “vestir de blanco no es solo un buen truco para hacer la maleta de forma sencilla, sino que también es una combinación fácil, clásica y elegante que siempre funciona”.

Tan solo hay que dar con aquella manera y formula para no parecer que te has equivocado de estación.

Algunas de esas formulas pueden ser añadir accesorios de color marrón o incluir una textura invernal.

2019 estuvo marcado por el color camel y tonalidades similares asique podemos fusionar ambas opciones entre camel, marrón y blanco. De hecho, son las tres tonalidades con las cuales he compuesto el look de hoy.

Y con respecto a la textura otoñal es tan sencillo como utilizar un abrigo como es mi caso. ¿No es tan difícil verdad?

En mi opinión hay una clave esencial además de las que os comentaba, y es que el conjunto no deje muchos centímetros de piel al descubierto para evitar eso podemos utilizar una bota alta, mediante un abrigo oversice o simplemente largo.

Seguro que estáis pensando ya en ese vestido blanco que os estáis reservando para verano o simplemente escondiéndolo para que nadie os pregunte si sabéis qué mes es.

¿A que esperáis? ¡Corred a sacarlo!

Espero que os haya gustado el post de hoy y os haya dado alguna idea para vuestros futuros looks.

Muac.

Abrigo : Antonio Pernas (Old) ; Vestido : Caroll Paris ; Botas : Jimmy choo ; Gafas : Michael Kors